Sobre Papachacra (Argentina)

La provincia de Catamarca tiene mas del 70% de su superficie cubierta de montañas y ello supone una potencialidad minera importante. Desde la época colonial, significativas riquezas minerales fueron extraídas, habiendo sido particularmente intensa la actividad durante la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del XX. La extensa región, una de las varias reconocidas en el oeste, que se localiza entre la Sierra de Hualfín (rumbo SW-NE) por el E, y la línea que une Corral Quemado con las antiguas minas de oro de Culampajá por el W, incluyen dos importantes áreas: Papachacra y Cerro Alto de las Minas. En ellas, desde hace muchos años, está comprobada la existencia de minerales metalíferos como wolframita, scheelita, columbita, casiterita, galena argentífera, etc., y no metalíferos como fluorita, topacio, cuarzo, feldespato y otros, según indican las numerosas minas registradas.Hasta la década del ´70, la limitada y escasa actividad de pirquineros, se centró en la explotación de metalíferos solamente.A partir de los ´80, y como consecuencia de explotaciones apoyadas en estudios geológicos anteriores, se descubren en toda la región, y en particular en la Formación Papachacra (Stock granítico), importantísimos yacimientos de piedras preciosas y minerales que por su desarrollo ofrecían excepcionales posibilidades para el coleccionismo, los museos y la ornamentación.

El stock granítico de la Formación Papachacra, estructura geológica en la que se emplazan los yacimientos y minas, está ubicado a 75 km en línea recta al N de Belén, provincia de Catamarca. Se accede a este lugar, desde Belén, a través de la Ruta Nacional nº 40 hasta el poblado de El Eje (47 km), para continuar desde allí por la Ruta Nacional nº 53 hasta Puerta de Corral Quemado (19 km) y luego por la Ruta Provincial nº 36, 17 km hasta Corral Quemado. Todo este trayecto es de ripio y bien conservado. Los 20 km que restan hasta el poblado de Papachacra, hacia el N, son de condiciones irregulares, debiendo hacerse en vehículos 4x4.

El stock granítico de la Formación Papachacra, en su asomo occidental (Cerro León Muerto), tiene una forma ligeramente oval, con el eje mayor dispuesto meridionalmente, y sus límites aproximados son: el río La Cuesta por el N, la Quebrada del río Blanco (El Cajón) por el S, el poblado de Papachacra por el E y el paraje Pampa del Arrimo por el W. Emplazado dentro del Sistema de las Sierras Pampeanas tiene una altura aproximada de 3.100 m.s.n.m.Se halla encajado dentro del ortogneis de la Formación Chango Real y se trata de un granitoide blanquesino-rosado de textura granular media, en sectores pseudoporfíricas y aplítica. Está compuesto por cuarzo, plagioclasa (An 16-22), ortoclasa, biotita, muscovita, turmalina, topacio, fluorita y opacos.Este stock estuvo sometido a un proceso de alteración deutérica, debido a fluidos ricos en volátiles, como formación de miarolas rellenadas con cristales ideomórficos de feldespato potásico (microclino), cuarzo ahumado, muscovita, topacio, florencita(Ce), turmalina, etc. Estos procesos de alteración se evidencian además en secuelas de albitización y silicificación, a los que se suman una marcada caolinización de los minerales de primera generación y fenómenos cataclásticos.De acuerdo a su composición modal se puede clasificar a esta roca como un monzogranito, en el límite entre los granitos subalcalinos y alcalinos.Las dataciones isotópicas realizadas, K/Ar, arrojan una edad de 117 m.a. (± 20 m.a.), correspondiendo al Cretácico inferior.

Los fenómenos genéticos y las posteriores alteraciones hidrotermales, que derivaron en cristalizaciones y recristalizaciones, dotaron a la formación de una excepcional riqueza, no solo en variedad mineralógica, sino también en la forma desarrollada por los cristales, a la que se suma la valiosísima calidad gemológica de algunas especies. Los topacios de esta región ofrecen un grado de transparencia y pureza, que sumadas a la variedad de colores (amarillo, anaranjado, castaño, azul, incoloro) posibilitan el tallado de piedras de gran valor. Lo mismo sucede con las variedades de cuarzo, entre las que se encuentran por orden de importancia los ahumados, los citrinos y las amatistas.La fluorita, otra especie de interés gemológico, se presenta en colores violeta, verde y rosado con total transparencia.El resto de los minerales, que no reviste interés gemológico, presentan formas cristalinas perfectas y tamaños excepcionales, a los que se agregan la combinación de ellos en una sola pieza, lo que le otorga un inestimable valor coleccionístico y museológico, además de ornamental.